martes, 18 de diciembre de 2007

el pañuelo

desperté sin dormir, con la cabeza aún en su sonrrisa,
libando de su mirada perdida, fumando en la voz de su tono.
bebiendo y aspirando de boca a boca, de los bordes a los montes.

memorizé sus palabras para volvérselas a decir en
el día en qué se decida apostar los sentimientos.

- me gustas cuando fumas porque estás como ausente


soy un maldito dios pecador o un santo demonio sobre-santiguado.
es lo mismo, mi compañia no debe ser por siempre,
la suya no lo puede ser, es una novia extendida y compartida.
es que no se puede sentir nada tan perfecto, no se debe, no se tiene.

- quítate la ropa que ya estámos desnudos, acompáñame a nadar


y así nadamos hasta dejarmos atrás de nuestros nombres, nuestros rincones, del pañuelo lleno de viento que se hizo vela y nos impeló mar adentro.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Oh! qué descubrimiento

Qué rápido se pasa el tiempo y qué lentas; las horas
hace un segundo estaba tirada en cama leyendo o tán sólo haciendo el intento de hacerlo.
Y ahora...
busco lograr cantar una canción desconocida
busco mi única y necia llave en algún lugar olvidado de mi mochila
busco encontrarte
y a veces creo hallar partes de ti en otros, partes chiquitas, casi inpercetibles pero que definitivamente huelen a ti y a mis recuerdos. Y por eso, tán solo o tán mucho,
busco perderme
(y sí que lo logro)
Ya vuelven a ser casi las mismas horas de ayer, horas innatas de ir a casa, de volver, de esconder todas las expresiones de mi rostro en mis bolsillos, todas las matices de este sinsabor entre mis dientes y no abrir la boca para nada.
Hoy tendré que hacer el esfuerzo de respirar por la nariz y no por la boca como es costumbre de aquí a un mal tiempo.