Quiero ser Andrés Calamaro
y cantarte dos canciones
(y no precisamente las más bonitas)
sábado, 24 de julio de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
domingo, 24 de enero de 2010
Cruci-Ficción
El rojo escogió el chocolate más amargo
Y si mis manos estaban a dieta de amor
¿Habrá llegado el día en el cual me gane la hoja en blanco?
La música asistemática
Una cita con tres clavos
Una despedida con dios
Saltarán a intentar ayudarme
Pero, ni tres poetas pueden llenar, ahora
Todas mis venas
El silencio se confundió con mi sangre
Y mi sangre quedó en el recuerdo
Que al fin y al cabo, es el olvido
Ahora que mido el café
Ahora que subo el volumen de los cigarros
Todo me sabe a tu inexistencia
Al futuro cáncer de tu vulgaridad
Me he quedado a solas con un martillo
Y este me repite después del almuerzo y antes de la cena
“Felicidad, realidad y orgasmo
la estupidez de una mente enamorada”
Y si mis manos estaban a dieta de amor
¿Habrá llegado el día en el cual me gane la hoja en blanco?
La música asistemática
Una cita con tres clavos
Una despedida con dios
Saltarán a intentar ayudarme
Pero, ni tres poetas pueden llenar, ahora
Todas mis venas
El silencio se confundió con mi sangre
Y mi sangre quedó en el recuerdo
Que al fin y al cabo, es el olvido
Ahora que mido el café
Ahora que subo el volumen de los cigarros
Todo me sabe a tu inexistencia
Al futuro cáncer de tu vulgaridad
Me he quedado a solas con un martillo
Y este me repite después del almuerzo y antes de la cena
“Felicidad, realidad y orgasmo
la estupidez de una mente enamorada”
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