domingo, 20 de abril de 2008

Tangos

Veo mi sombra andar conmigo,
va rápido
bailando
como si se divirtiera usando mis botines sucios
calzando mis miedos
arrastrando mis dudas
miro hacia arriba
creo haber pensado en ti
quizas ha sido por pura casualidad que he borrado todos tus recuerdos
de pronto: un sueño
ocho y boleo
alguien va usurpando tu lugar

sábado, 19 de abril de 2008

Rendijas en la triangulación

El triangulo a punto de rebalsar
El humo invitándome a vomitar
¿Y tu?
Cruel cinturón de aquel helado acero
Picazón en las marcas rojas
El cuarto se llenó de polillas
La pequeña abertura solo las llama a entrar
Muero entre aleteos intermitentes
Quedo ciego entre escarcha incandescente
Mudo de piel con tu masturbación
¿Qué sucedió después?
La monja se embarazó
Sus cabellos ocultaron tus ojos vidriosos
Y me enamoré de tí
Y me acerqué cual hábito recién comprado
Sólo nos queda permanecer quietos
Pues se gangrenaron los pies
Acostúmbrate a este calor
Pues nos espera algo peor

sábado, 12 de abril de 2008

fui a ver a las gitanas

hace tiempo que no las veía,
las amo desde que eran mis pequeñas enamoradas,
aun necesitan del calor de la palabra.

me leyeron ambas manos y me advirtieron de sus propias mentiras,
eran sol y mar
aunque no lo sabían.



su caballo blanco me mintió,
olían a sudor y tierra, y bebían absenta en la casa cantarina.
que ebrios estábamos y qué mentirosos éramos.
la luna bailó para nosotros sobre el césped cómo alfombra y ni gracias.

me perdí en sus faldas, disfraces sureños color granate,
que en el atardecer florecían y se iban abriendo.
inflorescencia o psudanto que se esconde del sol
y espera la lluvia púrpura en un campo dónde todo está correcto.

haré de mi vida una gran novela de la cual no podré ni escribir el prólogo,
quizá nadie, a excepeción de ellas, gitanas del arte, mundanas bellas, fatales.

miércoles, 2 de abril de 2008

carta esmeralda

Esmeralda,

Te escribo esta carta por motivos del destino, de las casualidades y coincidencias, de las tragedias y comedias; de, quién sabe, algún dios. Aprendí que no hay que dejar las cosas a medias: nadie llega tan lejos para no seguir. Este es mi más puro deseo: que sigamos, que tu sigas respirando y haciendo suspirar, y que yo siga robando fuego en mi búsqueda a la preferida eternidad. Como bien dijo Rimbaud...

No es tiempo de arrepentimientos, es tiempo de viaje, de dormir bien para soñar en paz aunque, aveces, parece imposible no hacer más que rellenar el cenicero y saber que la copa anda rota. No te preocupes por el futuro, sólo espera tener suficientes botas para cambiarte. No te preocupes por mí, soy como los gatos y estoy emprendiendo un viaje estando en otro. Voy sin él reloj al que me regalé.

Recuerdo, las últimas veces que nos vimos, las palabras eran pocas y eran muchas más. ¿qué nos pasó? ¿acaso hemos cambiado? ¿acaso éramos otros? Me enteré que ya no existe más el bar al que solíamos ir ¿habrán visto con claridad? Te pido un gran favor, no hables de mí con nadie que aveces trato de oír a las paredes y aveces lo consigo. Te lo ruego, no me subrayes ni con lápiz, ni demasiado con el pensamiento.

Tal vez, infinito tal vez, es la única verdad. Tal vez, por capricho divino, nuestros caminos se vuelvan a cruzar. Esperaré con ansias dicho momento aunque el viento no me ha dado de alta y el viento tiene mucho enseñar. Escucha al viento, eco del mar. Escucha al callejón, llega hasta mi mente.

Con el fin de esta carta, espero que regrese la literatura, que vuelva a reinar la música; que, sean los que sean los colores que tienes en mente, los puedas ver brillar y, como si fuera poco, que nos vaya bien. Por nuestros nombres, por la melodía del mío y la poesía del tuyo, canción rodante, me despido. cuídate mucho y sé feliz.



te quiere,
G.