viernes, 8 de febrero de 2008

como el calor, granate

I

ya nadie sabe de ella,
hasta el sol desconoce su paradero,
el mar sólo sabe sobre sobre el polvo que ha levantado,
mientras yo intento comenzar de nuevo.

ya nadie sabe de ella,
lo noté desde mi regreso.
aun los ríos cantan su nombre,
pero el barquero sólo ríe de lo que llama recuerdo.



II

y mientras extrañaba su inventario
e imaginaba su presente,
unos ojos violentos con cejas granates
me observaban en la soledad de un salón principal.
me acerqué y pregunté su nombre
como si fuera relevante alguno.
y nos rompimos a bailar como 3 o 4 horas
como si fuera relevante el tiempo.

No hay comentarios: